Cicatrices de acné: ¿qué tan efectivo es el láser?

By cristiano antonino On 15 de septiembre de 2022

El acné es una inflamación del folículo pilosebáceo cuya principal manifestación es la aparición de los llamados granitos o puntos negros.

A menudo es una condición temporal, pero sin embargo, hay muchos niños y niñas que muestran signos de ella, especialmente aquellos que tienen la costumbre de 'apretar' las lesiones y/o han confiado en un tratamiento no especializado.

Las tecnologías láser son una ayuda valiosa para mejorar esta condición y hacer que la piel luzca mejor nuevamente.

Que es el acne

El acné es una enfermedad del folículo pilosebáceo con un fuerte impacto psicosocial.

Afecta a una gran proporción de adolescentes: alrededor del 70% de ellos sufrieron esta inflamación entre los 12 y los 20 años.

Afortunadamente, las formas graves representan solo el 15% de los casos.

La inflamación que provoca el acné afecta a las glándulas sebáceas y puede afectar a la epidermis en varios niveles.

En las capas superficiales, la inflamación se manifiesta con puntos negros (comedones), pequeños quistes (microquistes) y pequeños relieves en la piel que contienen pus (pústulas) o ninguno (pápulas).

En cambio, cuando se presenta y compromete las capas profundas con quistes y nódulos con contenido purulento, el riesgo de cicatrización es muy elevado.

El acné no debe subestimarse: en algunas formas graves, el acné puede dejar cicatrices y marcas permanentes que pueden causar molestias a la persona, constituyendo así un problema tanto psicológico como estético.

Para prevenirla, la terapia médica, junto con el estudio del estilo de vida y las intolerancias alimentarias, es necesaria y fundamental en los estadios iniciales para prevenir la aparición de cicatrices.

Sin embargo, no es muy efectivo para mejorarlos si ya están presentes. En esta segunda situación, la tecnología láser puede ayudar.

Láser de Co2: una ayuda contra las cicatrices del acné

El láser ablativo de Co2 comúnmente usado para el tratamiento de cicatrices resultantes de traumatismos o cicatrices quirúrgicas también se usa con éxito en cicatrices de acné.

Una modalidad específica denominada 'ablativo fraccionado' permite la regeneración natural de la piel.

Las manchas (es decir, microcolumnas de energía), que superan el tejido fibroso y penetran profundamente en la cicatriz, envían señales de regeneración, neovascularización y producción de colágeno a la dermis.

Como resultado, el tejido de la piel es inducido a regenerarse, reduciendo la profundidad de la cicatriz y haciendo que la piel sea más compacta y homogénea.

Existen contraindicaciones para este tratamiento: No se debe realizar el láser durante el embarazo y la lactancia, sobre pieles bronceadas o si se tiene previsto exponerse al sol próximamente, o si se está tomando cierto tipo de medicación.

Evidentemente el acné debe estar en una fase no activa, por lo tanto perfectamente controlado con tratamiento médico.

láser de tinte

Otra alternativa para cicatrices de acné y manchas post-acné, generalmente utilizada para angiomas y capilares dilatados, es el DYE-láser.

¿Cómo tratar el acné antes que las cicatrices?

Las cicatrices del acné se pueden evitar iniciando la terapia prescrita por un dermatólogo especialista en una etapa temprana.

En caso de acné leve, pueden estar especialmente indicados los limpiadores y cremas específicos con acción antibiótica o queratolítica, y/o los retinoides tópicos.

Si el acné no es demasiado severo, también se pueden combinar ciclos de peelings especialmente formulados y, en casos más severos, se pueden utilizar terapias sistémicas.

En cualquier caso, es fundamental consultar a un especialista para un examen dermatológico completo, evitando el bricolaje: recuerda que el acné suele depender de desequilibrios hormonales o, en las niñas, de ovario poliquístico, por lo que conviene actuar en colaboración con un especialista. en ginecología se puede sugerir abordar el problema de manera multifactorial.