Colitis y síndrome del intestino irritable: ¿cuál es la diferencia y cómo distinguirlos?

El dolor abdominal, la diarrea y el meteorismo pueden ser signos tanto de colitis como del síndrome del intestino irritable.

Los trastornos y enfermedades intestinales se están volviendo cada vez más comunes hoy en día debido a una variedad de factores como la predisposición genética, la dieta y el estilo de vida.

A veces, incluso un diagnóstico diferencial entre las numerosas enfermedades y síndromes gastroenterológicos no es tan sencillo.

¿Qué es la colitis?

Hay muchos tipos diferentes, pero si queremos darle un significado genérico, este término se refiere a una enfermedad inflamatoria aguda o crónica del colon (la parte final del intestino) o del intestino en general.

Las formas más comunes de colitis son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa; también conocidas como Enfermedades Intestinales Inflamatorias Crónicas (EII), que se manifiestan con síntomas variados, pero a menudo se caracterizan por úlceras y erosiones del intestino.

¿Qué es el síndrome del intestino irritable (SII)?

Sin embargo, cuando se habla de colitis, los pacientes suelen referirse a otra afección muy común: el síndrome del intestino irritable (SII).

El síndrome del intestino irritable (SII) se refiere a un trastorno funcional del intestino que es benigno y, según la ISS, afecta aproximadamente al 10% de la población; principalmente mujeres, sobre todo en el grupo de edad de 20 a 50 años.

En este caso el intestino es hipersensible, por lo que tiende a inflamarse con diversos síntomas, pero sin generar habitualmente alteraciones importantes como puede ocurrir, en cambio, si la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa no se diagnostican a tiempo.

¿Cuáles son los síntomas de la colitis?

En detalle, la enfermedad (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa) puede manifestarse con una variedad de síntomas que a menudo se caracterizan, sin embargo, por manifestaciones clínicas como:

  • diarrea crónica
  • sangre en las heces (más común en la colitis ulcerosa);
  • síntomas relacionados como fiebre, pérdida de peso, agotamiento severo y, a veces, anemia.

Si los síntomas anteriores están presentes, se debe reservar una visita a un gastroenterólogo lo antes posible.

Esta sintomatología, sin embargo, también depende de la gravedad de la inflamación y de la fase cíclica de la enfermedad (remisión o exacerbación), por lo que puede estar ausente y ser reemplazada por síntomas inespecíficos que pueden dificultar el diagnóstico diferencial con SII.

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Fuente:

GSD

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