Epilepsia infantil: ¿cómo tratar a tu hijo?
Epilepsia infantil: con unas sencillas medidas de seguridad, el niño con epilepsia es capaz de llevar una vida completamente normal y realizar las mismas actividades que sus compañeros, como jugar, hacer deporte y en general realizar todas aquellas actividades propias de su su grupo de edad
Epilepsia infantil y deporte en niños
Los padres de personas que padecen epilepsia a menudo se preocupan de que el ejercicio o la actividad deportiva puedan empeorar las convulsiones de sus hijos, pero esto rara vez desencadena un episodio.
Por el contrario, la actividad física regular puede mejorar el control de los episodios.
Practicar deportes seguros también puede ser extremadamente saludable para el bienestar físico, mental y emocional.
Por otro lado, siempre es importante evitar los traumatismos relacionados con el deporte, ya que esto puede aumentar el riesgo de convulsiones.
Precauciones con un niño que sufre epilepsia infantil
Es importante asegurarse de que otros adultos que cuidan a su hijo (familiares, niñeras, maestros, entrenadores, etc.) sepan que su hijo tiene epilepsia, comprendan el trastorno y sepan qué hacer en caso de una convulsión.
Brinde a su hijo toda la ayuda que necesita, hable abiertamente sobre la epilepsia y responda todas las preguntas con sinceridad.
Los niños con epilepsia pueden sentirse incómodos por las convulsiones o temer tener una convulsión cuando están en la escuela o con amigos.
Considere llevar a su hijo a un psiquiatra o psicólogo infantil si tiene problemas con estas ansiedades.
Para prevenir convulsiones, asegúrese también de que su hijo
- toma los medicamentos según lo prescrito;
- evita dejar de tomar el medicamento solo porque ha pasado mucho tiempo desde que ocurrió una convulsión;
- evita los factores desencadenantes (como fiebre, cansancio o noches de insomnio);
- proceda a las visitas periódicas al especialista, incluso si está respondiendo bien a la terapia.
Varios factores son importantes para manejar la epilepsia de la mejor manera posible: es necesario comer y descansar adecuadamente y no estar estresado.
También debe tomar otras precauciones de sentido común que le permitirán controlar mejor la enfermedad de su hijo y no correr riesgos innecesarios.
Por ejemplo:
- los niños más pequeños solo deben bañarse bajo la supervisión de un adulto;
- los niños mayores solo deben ducharse o bañarse cuando haya alguien en la casa con ellos, que pueda intervenir en caso de un ataque;
- prefieren ducharse a bañarse;
- Nadar o andar en bicicleta solos no son buenas ideas para los niños con epilepsia (sin embargo, pueden disfrutar de forma segura si realizan estas actividades junto con otras personas). Al andar en bicicleta, deben usar un casco.
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