Incontinencia urinaria: qué tratamientos son más efectivos

¿Qué es la incontinencia urinaria? Las mujeres de hoy en día son dinámicas y están ocupadas en muchos frentes: desde el trabajo hasta la familia, desde 1,000 intereses y pasatiempos hasta el deporte.

No quieren restringir su libertad a causa de la molesta incontinencia urinaria, que crea muchos problemas en la vida cotidiana y también afecta negativamente las relaciones sociales y familiares.

Al contrario de lo que se podría pensar, la incontinencia urinaria no es necesariamente una condición relacionada con la edad y no es solo una condición femenina.

¡De lo contrario!

En realidad, aunque en menor porcentaje, los hombres también pueden padecerla, aunque por causas diferentes a las mujeres.

La incontinencia urinaria puede manifestarse en diversos grados de gravedad según la frecuencia y las modalidades.

La fuga puede ser

  • pequeño, que ocurre esporádicamente con motivo de una simple risa o estornudo;
  • frecuentes y copiosas, tanto que pasan a formar parte de la rutina diaria de quien las padece. En estos casos el paciente suele intentar contenerlos con el uso de toallas higiénicas.

La etapa más grave es la que también se acompaña de falta de control del esfínter anal, es decir, incontinencia fecal.

Causas de la incontinencia urinaria.

La incontinencia urinaria se caracteriza por la incapacidad de controlar tanto los esfínteres uretrales como la vejiga, que a menudo se encuentra prolapsada.

Esta condición puede depender de muchos factores frecuentemente asociados, tales como:

  • enfermedades conectivas o metabólicas, como la diabetes;
  • factores hormonales como la menopausia;
  • resultados posnatales o quirúrgicos traumáticos como la histerectomía.

Pero eso no es todo.

Incluso las inflamaciones vesicales recurrentes o las cistitis mayores pueden inducir alteraciones estructurales de la pared vesical y de los esfínteres uretrales, alterando la percepción del estímulo y provocando así un aumento tanto de la frecuencia como de la urgencia urinaria.

En los hombres, sin embargo, puede ocurrir como resultado de:

  • patologías prostáticas;
  • resultados quirúrgicos traumáticos.

Por último, los que padecen enfermedades neurológicas como el Parkinson y el Alzheimer o espinal las lesiones de la médula, que afectan la función nerviosa en diversos grados, incluido el tracto urinario, también están sujetas a este tipo de condición incapacitante.

Remedios para la incontinencia urinaria

Los tampones de última generación son una buena ayuda, pero si se usan a diario y durante muchas horas, pueden causar problemas secundarios, desencadenando un círculo vicioso de infecciones que empeoran el cuadro de salud general de la paciente.

Además, algunas formas de incontinencia son tan graves que no se pueden controlar de manera efectiva solo con estas ayudas.

Sin embargo, existen soluciones efectivas y definitivas para esta patología.

Veámoslos a continuación.

De la rehabilitación del suelo pélvico a la cirugía

Si la incontinencia se debe a un trastorno pélvico y/o perineal, ya sea anatómico o funcional (p. ej., prolapso pélvico de un solo órgano, obstrucción defecatoria y disinergia abdominal pélvica), antes de proceder a la cirugía, el primer paso es intentar rehabilitar el suelo pélvico, cuyo trabajo es dar soporte a los órganos pélvicos y permitir las funciones urinarias y defecatorias adecuadas.

Para ello se utiliza la Rehabilitación Abdominal Pélvica Electroestimulada o biofeedback que, mediante sondas endocavitarias, permite al paciente recuperar el control fisiológico de la actividad de los músculos esfínteres y mejorar así la continencia tanto urinaria como fecal.

Generalmente toma solo de 5 a 10 sesiones de aproximadamente 1 hora para ver los primeros resultados.

Si la situación estructural y funcional de la pelvis y sus órganos está muy deteriorada o si fracasa la rehabilitación del suelo pélvico, la cirugía sigue siendo la opción más adecuada.

Seguro y con rápidos tiempos de recuperación, garantiza importantes resultados.

Se trata de la inserción de una malla protésica bajo laparoscopia simple o cirugía robótica que, al reforzar el suelo pélvico y estabilizar la correcta posición de los órganos endopélvicos, permite que la vejiga y la uretra modulen correctamente los movimientos descendentes después del esfuerzo.

Esto permitirá recuperar la continencia urinaria normal.

Rellenos para la incontinencia urinaria

Los rellenos están indicados especialmente en los casos más severos de incontinencia urinaria, cuando la fuga se produce en reposo y no tras el esfuerzo.

Utilizan instilaciones de colágeno alrededor del conducto uretral que, al aumentar de grosor, estrechan su diámetro para limitar las pérdidas significativas de orina.

Estos son rellenos, que son reabsorbidos por el cuerpo y, por lo tanto, el sujeto puede tener que someterse a este tipo de procedimiento repetidamente, cada 2 años aproximadamente.

Este método se realiza como un procedimiento ambulatorio, después de la anestesia local.

En los casos en que la urgencia urinaria sea el principal síntoma incapacitante, está indicada la infiltración botulínica en la pared vesical durante la cistoscopia.

De hecho, el botox no es sólo una cuestión de medicina estética, sino que puede ser útil para controlar la actividad de los músculos de la vejiga, obviamente solo en casos específicos y bien seleccionados.

Lee también

Emergency Live Aún más… Live: Descargue la nueva aplicación gratuita de su periódico para IOS y Android

Vejiga Hiperactiva: Síntomas, Diagnóstico Y Tratamiento

¿Qué es la incontinencia fecal y cómo tratarla?

Incontinencia safena: qué es y las últimas técnicas para tratarla

Los síntomas, diagnóstico y tratamiento del cáncer de vejiga

Cistitis: Síntomas, Causas Y Remedios

Cistitis, los antibióticos no siempre son necesarios: descubrimos la profilaxis no antibiótica

Infecciones De La Mucosa De La Vejiga: Cistitis

Cambios de color en la orina: cuándo consultar a un médico

Hepatitis aguda y lesión renal debido al consumo de bebidas energéticas: informe de caso

Cáncer de vejiga: síntomas y factores de riesgo

Fuente

GSD

Quizás te interese