Lunares: conocerlos para reconocer el melanoma

Vemos lunares todos los días, pero a menudo olvidamos que el melanoma, uno de los cánceres de piel más agresivos, puede verse muy similar, al menos a simple vista.

De hecho, en su etapa inicial, el melanoma puede ser indistinguible de un nevo, pero el dermatólogo puede reconocerlo con el dermatoscopio.

¿Qué son los lunares?

Los lunares son tumores benignos de la piel, que surgen de las células responsables de la producción de melanina (melanocitos) y varían en color, forma y tamaño: pueden ser más grandes o más pequeños, claros u oscuros, pueden ser planos o sobresalir del piel.

En algunas personas, una gran cantidad de lunares (más de 100) puede ser un signo de una tendencia a "controlar" mal la proliferación de melanocitos y, por lo tanto, el riesgo de melanoma.

Algunos lunares pueden estar presentes al nacer, pero la mayoría aparecen en la infancia y es normal que su número y tamaño aumenten a lo largo de los años y de forma armoniosa con el desarrollo, hasta la edad adulta.

A partir de este momento, se debe llamar la atención del dermatólogo sobre la aparición de nuevos "lunares".

Pero, ¿por qué se dice que es importante notar si cambia un lunar?

Disipemos un mito: solo el 30% de los melanomas se desarrollan a partir de un nevo existente.

La mayoría de los melanomas (alrededor del 70-75%, dependiendo de los diferentes estudios) se desarrollan en piel sana en ausencia de un nevo preexistente.

Sin embargo, durante la fase inicial relativamente lenta de su progresión, el melanoma ya muestra características (microscópicas) que lo distinguen de un nevo benigno.

Estos pueden ser reconocidos por el dermatólogo, siempre que una persona se adhiera a controles preventivos periódicos.

Si no se elimina en esta etapa, el melanoma crece mostrando aquellas alteraciones (de color, forma, etc.) en cuya presencia es necesario consultar de inmediato al especialista.

En las últimas décadas la incidencia de melanoma en la población italiana ha aumentado, pero si se reconoce cuando aún se encuentra en una etapa temprana, casi todos los pacientes pueden lograr la curación definitiva con una simple operación ambulatoria bajo anestesia local.

Si, por el contrario, no se toman las medidas oportunas, lamentablemente aumenta el riesgo de mortalidad: de hecho, el melanoma, en su progresión, adquiere potencial metastásico.

La principal causa del melanoma es la exposición excesiva a los rayos ultravioleta del sol (desde este punto de vista es imprescindible llevar crema protectora) y lámparas de bronceado, y es recomendable que quienes han tenido tal exposición acudan a un dermatólogo con regularidad. .

Comprobación de lunares: un método de prevención rápido y esencial

Para la detección precoz del melanoma es bueno seguir un curso regular de prevención, que va más allá de la observación diaria de la propia piel.

Todos los adultos deben someterse a un examen dermatológico anual, pero esta recomendación es imperativa para aquellos con más de cien lunares, para aquellos que han estado expuestos a radiación ultravioleta, y para aquellos con fototipos I o II, es decir, piel particularmente clara, azul o verde. ojos y cabello rubio o pelirrojo.

Las personas que sufrieron quemaduras solares en la infancia, familiares de primer grado con melanoma o que ya han tenido cáncer de piel también deben tener más cuidado.

Durante el examen, el dermatólogo examina todos los lunares con un dermatoscopio, un pequeño instrumento que permite observar las características microscópicas del lunar con mayor precisión que a simple vista.

Con la dermatoscopia (o microscopia de epiluminiscencia) es posible por un lado reconocer el melanoma antes de que presente las características típicas visibles a simple vista, y cuando se puede curar con una simple extirpación quirúrgica, y por otro lado evitar los innecesarios eliminación de lesiones que aparentemente son alarmantes en la inspección a simple vista, pero que en el examen dermatoscópico resultan inofensivas.

Luego, el dermatólogo evaluará caso por caso si son necesarios exámenes más detallados o si es necesario centrarse en ciertos lunares en lugar de todos los demás.

La videodermoscopia digital (el llamado mapeo de lunares) permite, mediante el archivo de imágenes digitales, monitorizar en el tiempo las características dermatoscópicas de los nevos sospechosos, facilitando la identificación de aquellos melanomas precoces que podrían escapar incluso al examen dermatoscópico, por lo que la evolución en el a corto plazo (4-6 meses) es una pista importante para el diagnóstico.

Al tomar fotografías de toda la superficie corporal, al mismo tiempo, la videodermoscopia digital permite identificar con mayor certeza los nevos que aparecen donde no había evidencia de ellos en controles previos, y sobre los que podría ser conveniente prestar más atención.

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Fuente:

Humanitas

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