Qué es la enfermedad de Dupuytren y cuándo es necesaria la cirugía
Más de 30 millones de personas en todo el mundo padecen la enfermedad de Dupuytren, una afección de las manos que afecta principalmente a los hombres y cuyas manifestaciones suelen manifestarse a partir de los 50 años
¿Qué es la enfermedad de Dupuytren?
La enfermedad de Dupuytren es una enfermedad de la mano caracterizada por la aparición, en la palma de la mano, de nódulos que pueden engrosarse con el tiempo hasta adquirir la morfología característica de cuerdas reales.
Estos cordones hacen que una o más articulaciones de los dedos se doblen, siendo generalmente los dedos meñique y anular los más afectados.
Los pacientes con manifestaciones más graves tienen dificultad para realizar las actividades diarias normales precisamente por la incapacidad de abrir la mano por completo.
La etiología de la enfermedad de Dupuytren es hereditaria, aunque aún no está claro por qué puede haber cuadros clínicos tan diferentes entre los distintos miembros de una familia.
Enfermedad de Dupuytren: ¿cuáles son los síntomas?
Además de la presencia de nódulos y cuerdas, el paciente que padece la enfermedad de Dupuytren puede quejarse de dolor, picazón, dolorimiento en la palma de la mano, pero también tener dificultad para agarrar objetos y realizar actividades sencillas de la vida diaria, precisamente por el estorbo que le ocasionan la presencia del nódulo palmar.
El diagnóstico de la enfermedad de Dupuytren se basa en un examen clínico de los signos patológicos por parte del especialista de la mano y no requiere ninguna prueba instrumental particular para la confirmación del diagnóstico.
Enfermedad de Dupuytren: ¿cuándo es necesaria la cirugía?
En la enfermedad de Dupuytren, las cuerdas pueden causar una retracción progresiva, irreductible y permanente de una o más articulaciones de los dedos, impidiendo la extensión completa.
Cuando la restricción de movimiento impide las actividades diarias normales, se requiere cirugía para extirpar radicalmente el cordón.
Se le pide al paciente que realice una prueba sencilla para evaluar la indicación de cirugía: se le pide que coloque la mano sobre la mesa: si el paciente siente toda la superficie de la mesa, no hay indicación de cirugía.
De lo contrario, si la flexión de uno o más dedos impide el contacto total con la superficie de la mesa, ese es el momento de intervenir.
Básicamente, existen dos tipos de intervención: en un caso, el procedimiento implica la eliminación radical del tejido patológico con el consiguiente estiramiento de los dedos: este es ciertamente un procedimiento más invasivo, pero que permite resultados a largo plazo.
En algunos casos, es posible realizar únicamente la interrupción del cordón, mediante un pinchazo; de esta forma, al alargar el cordón, se obtiene la extensión de los dedos sin necesidad de utilizar bisturí.
Claramente este procedimiento, si da buenos resultados en términos de recuperación de la función y baja invasividad, predispone a recurrencias más frecuentes en un período más corto.
La operación se realiza generalmente en Hospital de Día con anestesia únicamente del miembro superior. El postoperatorio implica varios apósitos y un protocolo de rehabilitación bastante exigente, necesarios para garantizar la eficacia del tratamiento quirúrgico.
Por último, siempre es necesario el uso de aparatos ortopédicos, utilizados únicamente durante la noche.
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