Tumores cerebrales: síntomas, clasificación, diagnóstico y tratamiento

Los tumores cerebrales son formas neoplásicas (masas de tejido originadas por la proliferación descontrolada de células nerviosas) que pueden afectar al cerebro, al cerebelo o al sistema nervioso

Las causas de los tumores cerebrales aún se desconocen en parte, pero se han identificado una serie de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de enfermarse:

  • exposición a altas dosis de radiación;
  • exposición a sustancias nocivas (algunos estudios muestran que este tipo de tumores ocurren con mayor frecuencia en trabajadores de industrias químicas o en artesanos que usan solventes);
  • infección causada por ciertos virus (como Epstein-Barr).

Además, algunos tipos de tumores cerebrales pueden ser de la misma familia: en estos casos, es probable que haya un componente genético hereditario.

Los investigadores investigan otras causas probables, como el uso prolongado de teléfonos móviles y la presencia de lesión cerebral postraumática.

Los tumores cerebrales pueden aparecer a cualquier edad, pero son más comunes en niños de 3 a 12 años y adultos de 40 a 70 años.

Las manifestaciones de un tumor cerebral dependen principalmente de su localización y del tamaño de la masa tumoral.

Es causada tanto por el daño al tejido vital como por la presión que ejerce el tumor sobre el cerebro.

Los síntomas más frecuentes de un tumor cerebral son

  • dolores de cabeza (fuertes por la mañana, que tienden a disminuir a lo largo del día)
  • Convulsiones;
  • alucinaciones
  • náuseas o vómitos;
  • sensación de debilidad o sensibilidad reducida en los brazos o piernas;
  • falta de coordinación al caminar;
  • movimientos anormales de los ojos o alteraciones visuales (hasta la ceguera);
  • somnolencia;
  • cambios de personalidad y estado de ánimo;
  • trastornos de la memoria y estados confusionales;
  • tartamudeo y trastornos del habla.

En general, si una neoplasia afecta una parte del cerebro (por ejemplo, la izquierda) el síntoma se manifiesta en la parte opuesta (la derecha): esto se debe a que cada hemisferio cerebral rige la contraparte lateral del cuerpo.

El diagnóstico se realiza mediante la evaluación del estado físico general del paciente y un examen neurológico completo que evalúa los déficits cognitivos y motores.

Dependiendo de los resultados, el médico puede solicitar uno o más exámenes instrumentales:

  • TC (Tomografía Axial Computarizada);
  • Resonancia magnética (resonancia magnética);
  • radiografía del cráneo;
  • escáner cerebral electrónico.

Tratamiento de tumores cerebrales

Dada la importancia y delicadeza del órgano afectado y la dificultad de la cirugía, los tumores cerebrales siguen estando entre los más difíciles de tratar.

Los tratamientos utilizados para tratar los tumores cerebrales son la neurocirugía, la radioterapia y la quimioterapia.

Para los tumores benignos, la neurocirugía puede ser curativa, pero para los tumores malignos (como el glioblastoma multiforme), el pronóstico sigue siendo decididamente malo.

Por lo general, la neurocirugía sirve para reducir la presión que ejerce el tumor dentro del cráneo y así disminuir los síntomas; también mejora el efecto de la radioterapia y la quimioterapia.

La quimioterapia no da resultados óptimos, porque el cerebro es muy difícil de alcanzar con fármacos debido a la presencia de una barrera natural a los agentes externos.

En los últimos años, sin embargo, la investigación ha avanzado, incorporando nuevos fármacos quimioterapéuticos y también probando la inmunoterapia, una técnica basada en el uso de anticuerpos o células del sistema inmunitario.

Clasificación: los tumores cerebrales pueden ser benignos o malignos

Los tumores benignos no están formados por células cancerosas y tienen márgenes bien definidos; generalmente se eliminan y en la mayoría de los casos no se repiten.

Los tumores malignos están formados por células cancerosas, deterioran funciones vitales y ponen en peligro la supervivencia del paciente. Suelen crecer muy rápidamente e invaden el tejido circundante.

Cuando un tumor cerebral benigno interfiere con funciones vitales, se considera maligno aunque no esté formado por células cancerosas.

Los médicos clasifican los tumores cerebrales según el grado, que puede variar de bajo (grado I) a alto (grado IV).

Las células de un tumor de alto grado presentan una apariencia anormal y generalmente crecen más rápido que las células pertenecientes a tumores de bajo grado.

Los tumores cerebrales también se dividen en primarios (que se originan en el tejido cerebral) y secundarios (que se desarrollan cuando las células cancerosas de otro tumor se propagan al cerebro)

A su vez, los tumores primarios se clasifican según el tejido en el que se originan.

Tumores primarios

Gliomas

Los más frecuentes son los gliomas, que representan alrededor del 40 por ciento de todos los tumores cerebrales.

Los gliomas se desarrollan a partir de las células de apoyo del sistema nervioso central (células gliales) que son responsables de realizar funciones importantes, como producir mielina, la sustancia blanca que recubre los nervios y permite que se transmitan los impulsos nerviosos.

Meduloblastomas

Tumores malignos entre los más frecuentes en la infancia o adolescencia.

Se originan a partir de células nerviosas primitivas (en desarrollo) que normalmente desaparecen del cuerpo después del nacimiento.

La mayoría de los meduloblastomas se forman en el cerebelo, pero también pueden desarrollarse en otras áreas del cerebro.

Meningiomas

Se originan en las meninges, es decir, las membranas que rodean y protegen el cerebro, y son más frecuentes en mujeres de entre 30 y 50 años.

Generalmente son benignos y se desarrollan muy lentamente, lo que permite que el cerebro se adapte a su presencia: por eso los meningiomas suelen alcanzar un tamaño considerable antes de causar síntomas.

neurinomas

Tumores benignos que afectan principalmente a los nervios auditivo y trigémino.

Se originan a partir de las células de Schwann (de ahí el nombre de 'schwannoma') que recubren las fibras nerviosas y son responsables de sintetizar la mielina (la vaina protectora que rodea las células nerviosas).

Son tumores de la edad adulta y afectan más a las mujeres que a los hombres.

hemangioblastomas

Son tumores raros que suelen ser benignos y de crecimiento lento.

Se originan en las células de los vasos sanguíneos y se caracterizan por una incidencia familiar.

Craneofaringiomas

Tumores benignos que se desarrollan en la región de la glándula pituitaria, ubicada cerca del hipotálamo, y son más comunes en niños y adolescentes.

Generalmente de carácter benigno, a veces se consideran malignos, ya que pueden comprimir y dañar el hipotálamo, lo que afecta las funciones vitales.

germinomas

Tumores que se originan a partir de células sexuales primitivas o células germinales y se diseminan a través de las vías del LCR.

Son propias de la adolescencia y del sexo masculino y responden muy bien a la radioterapia.

Linfomas primarios

Derivados de linfocíticos (glóbulos blancos), son particularmente malignos y comunes en personas inmunodeprimidas (como los pacientes con SIDA).

Lea también:

Emergency Live Aún más… Live: Descargue la nueva aplicación gratuita de su periódico para IOS y Android

Cánceres de tiroides: tipos, síntomas, diagnóstico

Tumores cerebrales pediátricos: tipos, causas, diagnóstico y tratamiento

Tumores cerebrales: CAR-T ofrece nuevas esperanzas para el tratamiento de gliomas inoperables

Linfoma: 10 campanas de alarma que no deben subestimarse

Linfoma no Hodgkin: síntomas, diagnóstico y tratamiento de un grupo heterogéneo de tumores

CAR-T: una terapia innovadora para los linfomas

¿Qué es CAR-T y cómo funciona CAR-T?

Síntomas y tratamiento para el hipotiroidismo

Hipertiroidismo: síntomas y causas

Manejo quirúrgico de la vía aérea defectuosa: una guía para la cricotirotomía precutánea

Cánceres de tiroides: tipos, síntomas, diagnóstico

Cánceres infantiles, un nuevo enfoque terapéutico sin quimioterapia para el neuroblastoma y el meduloblastoma infantil

Elevando el listón para la atención de traumatismos pediátricos: análisis y soluciones en los EE. UU.

Fuente:

Páginas médicas

Quizás te interese