Lagoftalmos: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento
El lagoftalmos es una condición que impide el cierre completo de uno o ambos párpados. Es un problema que puede estar relacionado con condiciones más graves como la parálisis del nervio facial, malformaciones congénitas o lesiones en el músculo orbicular del ojo.
El lagoftalmos también es común en personas con cicatrices de retracción en los párpados causadas por una cirugía, como una blefaroplastia o un traumatismo físico.
Lagoftalmos: ¿qué es?
El lagoftalmos es una afección que se caracteriza por la incapacidad de cerrar correctamente el borde del párpado.
Los párpados cumplen una función protectora para los ojos, especialmente durante el sueño.
Durante el día, su movimiento favorece una distribución homogénea de las lágrimas por toda la superficie, asegurando la hidratación de los ojos y la salida de eventuales cuerpos extraños.
Entre las primeras consecuencias del Lagoftalmos está el ojo seco, una condición que causa irritación y malestar, exponiendo los ojos a peligrosas infecciones.
De hecho, el cierre incompleto de la rima palpebral deja la córnea y la conjuntiva expuestas a la acción de agentes externos, favoreciendo abrasiones corneales, queratitis y conjuntivitis.
En formas más severas de lagoftalmos, la córnea dañada muestra neovascularización y se vuelve opaca y puede estar predispuesta a la formación de úlceras o procesos infecciosos.
Lagoftalmos: las causas
El lagoftalmos suele estar causado por una parálisis del nervio facial, que es el encargado de regular el funcionamiento de los músculos de los párpados.
Esta condición también puede desarrollarse junto con otras enfermedades, como un accidente cerebrovascular.
Otras causas incluyen trauma físico, exoftalmos, es decir, protrusión del globo ocular desde la órbita, y ectropión, es decir, rotación del párpado hacia afuera.
El lagoftalmos es común en pacientes comatosos con disminución del tono del músculo orbicular y en personas que padecen trastornos graves de la piel, incluida la ictiosis.
A veces, el lagoftalmos es consecuencia de una cirugía.
Un ejemplo es la blefaroplastia, un procedimiento de cirugía estética que consiste en eliminar el exceso de piel a nivel de los párpados para reducir los signos del envejecimiento.
Una de las consecuencias de la cirugía puede ser una alineación incorrecta de la rima inferior y superior.
Más raramente, el lagoftalmos afecta a quienes padecen trastornos de la tiroides o como resultado de una cirugía para extirpar un neurinoma acústico, una forma de tumor.
Los estudios han demostrado que la condición ocurre con mayor frecuencia en personas que usan lentes de contacto, especialmente los nuevos.
Lagoftalmos: los síntomas
El lagoftalmos presenta síntomas bastante evidentes que van desde la sequedad de los ojos hasta la queratitis, pasando por la opacificación de la córnea y la inflamación más o menos grave.
Más que una enfermedad real, en medicina el lagoftalmos se considera una consecuencia de otras enfermedades.
Los más comunes son el herpes simple y el herpes zóster del ojo, el accidente cerebrovascular, la ictiosis, la cirugía de extirpación del neurinoma acústico y el síndrome de Down.
Diagnóstico
El lagoftalmos se diagnostica durante un examen ocular.
Por lo general, el oftalmólogo realiza una prueba con lámpara de hendidura para inspeccionar el globo ocular.
Luego se le pide al paciente que mantenga los ojos cerrados para medir el espacio entre los párpados.
Tratamiento
Después del diagnóstico de lagoftalmos, el tratamiento es posible.
Los tratamientos que se pueden seguir son diferentes y varían en función de la gravedad del problema.
En casos menos severos, es suficiente aplicar lágrimas artificiales para mantener la córnea hidratada.
El abordaje quirúrgico más utilizado consiste en aplicar unas placas colocadas en el párpado superior.
La fuerza de la gravedad tiende a empujar hacia abajo el área, reduciendo el espacio entre los bordes.
Si el lagoftalmos no mejora, se pueden implantar placas de oro en la zona interna del párpado mediante cirugía.
La operación dura unas dos horas y se realiza con anestesia local.
Sin embargo, tiene algunas contraindicaciones, en particular la posible aparición de astigmatismo corneal.
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