Parálisis cerebral: qué es y qué la causa

La parálisis cerebral es uno de los trastornos neurológicos y afecta principalmente a la motricidad del niño

Este tipo de enfermedad es irreversible pero no progresiva y se debe a cambios en la función cerebral antes de que el sistema nervioso central haya completado su desarrollo.

Las causas pueden ser de varios tipos, así como los síntomas, que dependen de la extensión del daño cerebral, medible a través de exámenes radiológicos especiales.

No existe posibilidad de recuperación de esta patología, sin embargo es posible adoptar contramedidas terapéuticas para mejorar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados.

¿Qué es la parálisis cerebral infantil?

La parálisis cerebral es un trastorno neurológico persistente y no progresivo causado por una lesión del sistema nervioso central que implica una pérdida más o menos constante de tejido cerebral.

La enfermedad implica principalmente, pero no exclusivamente, una alteración de las funciones motoras y también puede afectar la percepción del espacio y las habilidades de comunicación del niño afectado.

El evento que causa la lesión puede ocurrir en el período prenatal, perinatal y posnatal pero, en todo caso, dentro de los primeros tres años de vida, es decir, ese período de tiempo en el que se desarrollan las fases de crecimiento y desarrollo del cerebro. ser humano.

Según el Día Mundial de la Parálisis Cerebral, la parálisis cerebral infantil afecta a 17 millones de personas en todo el mundo y afecta la vida de 360 ​​millones de personas que están estrechamente relacionadas con niños o adultos que padecen PCI.

Se considera la discapacidad física más frecuente en la infancia y es una de las más complejas.

El impacto en la salud del paciente varía desde la debilidad en una mano hasta la falta casi total de movimiento voluntario.

De nuevo según los datos de Worldcpday:

  • 1 de cada 4 niños con PCI no puede hablar
  • 1 de cada 4 niños no puede caminar
  • 1 de cada 2 niños tiene una discapacidad intelectual
  • 1 de cada 4 niños sufre epilepsia

Veamos cuáles son las causas más comunes que conducen a la parálisis cerebral infantil.

¿Cuáles son las causas de la enfermedad?

La parálisis cerebral es causada por un daño al cerebro que puede ocurrir antes, durante o después del nacimiento y bloquea su desarrollo natural al dañar parte de la estructura nerviosa.

Las causas de la ICP generalmente se dividen en tres grupos: prenatal, perinatal (desde una semana antes hasta 4 semanas después del parto) y posnatal.

Las causas más comunes incluyen:

  • Mutaciones genéticas que afectan a uno o más genes que intervienen en el desarrollo del cerebro.
  • Trastornos de la salud materna durante el embarazo que afectan al feto en desarrollo. Pueden ser tanto infecciones víricas o bacterianas, problemas de tiroides o contacto con sustancias tóxicas.
  • Suministro reducido de sangre al cerebro del bebé en desarrollo, es decir, un accidente cerebrovascular fetal que puede ocurrir antes o después del nacimiento.
  • Asfixia, es decir, una severa falta de oxígeno al cerebro del bebé, que puede ocurrir debido a un trabajo de parto o parto problemático.
  • Una infección fetal que puede afectar al recién nacido después del nacimiento o ictericia severa.
  • Un traumatismo craneoencefálico provocado, por ejemplo, por una caída accidental.
  • El parto prematuro, es decir, el que se produce antes de la trigésima séptima semana de gestación.
  • Un bajo peso al nacer. Se considera que los bebés que pesan entre 1 y 1.5 kilogramos tienen un alto riesgo de PCI.
  • Un parto de nalgas, es decir, una mala posición del bebé durante el parto que se presenta hacia el canal uterino con los pies en lugar de la cabeza.
  • Infecciones maternas potencialmente peligrosas para el feto

Existen algunas infecciones maternas que pueden aumentar el riesgo de parálisis cerebral, estas incluyen:

  • Rubéola
  • Varicela.
  • Citomegalovirus, que puede causar daños graves al feto.
  • Toxoplasmosis, causada por un parásito que generalmente se encuentra en alimentos contaminados o heces de gatos infectados.
  • Sífilis, una infección bacteriana de transmisión sexual.
  • Otros factores de riesgo que pueden comprometer la salud del feto son la exposición al metilmercurio, los problemas de tiroides, la presión arterial alta y los ataques epilépticos recurrentes.

Enfermedades que exponen al niño a riesgo de parálisis cerebral

Algunos estados mórbidos pueden exponer al recién nacido al riesgo de parálisis cerebral infantil, entre estos mencionamos:

  • Meningitis bacteriana, una inflamación de las membranas que rodean el cerebro y espinal cable.
  • Encefalitis viral, una inflamación del cerebro y la médula espinal.
  • Ictericia severa o no tratada, condición patológica en la que se observa una acumulación excesiva de bilirrubina y que lleva al paciente a una típica tez amarilla.

¿Cuáles son los síntomas y las posibles complicaciones?

Los síntomas asociados con la parálisis cerebral infantil varían según la gravedad y la extensión del daño cerebral causado por el insulto.

Cuanto más extenso es el daño cerebral, mayor es el deterioro de la función cerebral.

Los síntomas más comunes de PCI son la falta de coordinación y el control deficiente de los músculos esqueléticos; en algunos casos, además, el paciente afectado también puede experimentar otros trastornos como los del aprendizaje, la visión, la deglución o las facultades de comunicación.

A continuación, se incluye una lista de trastornos que se pueden incluir en el cuadro sintomático de la ICP:

  • Reducción del tono muscular.
  • Espasticidad muscular.
  • Rigidez muscular.
  • Movimientos involuntarios y temblores.
  • Falta de coordinación motora.
  • Movimientos lentos de torsión

Desarrollo motor retrasado:

  • Dificultad para sujetar objetos, gatear y ponerse de pie.
  • Dificultad para caminar. Muchas personas afectadas tienen la típica marcha de "tijera" en los dedos de los pies.
  • Dificultad para masticar y tragar, salivación excesiva, problemas de comunicación.
  • Malformaciones de la columna y problemas de postura.
  • Deterioro de la percepción de la profundidad y discapacidad auditiva y visual.
  • Trastornos mentales y malas habilidades de aprendizaje.
  • Epilepsia.
  • Incontinencia urinaria

Las complicaciones de la parálisis cerebral pueden presentarse en el paciente tanto en la infancia como en la edad adulta

Se deben principalmente a un tono muscular deficiente, falta de coordinación motora y espasticidad.

Entre las más importantes se encuentran las contracturas musculares que, a la larga, pueden dificultar el crecimiento fisiológico de los huesos, deformando las articulaciones y provocando artrosis.

Otras posibles complicaciones incluyen desnutrición y escoliosis.

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¿Cómo se hace el diagnóstico?

En el caso de que exista la sospecha de que el niño puede estar afectado por una ICP, la primera comprobación diagnóstica que se debe realizar de forma inmediata es una exploración objetiva precisa.

Posteriormente, es necesario hacer uso de una serie de pruebas instrumentales para investigar cualquier anormalidad cerebral y otras pruebas de laboratorio.

Las pruebas instrumentales que se pueden prescribir al paciente incluyen:

  • Resonancia magnética nuclear (RMN).
  • Tomografía computarizada (TC).
  • La ecografía cerebral, aunque sea la menos fiable, se elige por su rapidez de ejecución, no invasividad y por su perfil de seguridad.
  • Electroencefalograma (EEG).

Entonces se pueden prescribir análisis de sangre, desde los de rutina hasta pruebas genéticas, que pueden ser útiles al médico para excluir la posibilidad de que los trastornos deriven de patologías de genética congénita.

Luego, se pueden realizar otros controles en función de los síntomas del paciente para evaluar el alcance del problema y planificar un tratamiento adecuado.

¿Cuáles son los posibles tratamientos?

Como se anticipó, el daño al cerebro que conduce a la parálisis cerebral no es reparable, por lo que la enfermedad no se puede curar.

Sin embargo, es posible adoptar contramedidas terapéuticas para calmar los síntomas y retrasar la aparición de complicaciones.

Estas contramedidas incluyen principalmente tratamientos farmacológicos y fisioterapéuticos aunque, en los casos más graves, no se puede excluir el uso de cirugía, terapia ocupacional y logopedia.

Tras el diagnóstico, se aconseja a los padres que se apoyen en un equipo sanitario experto en el sector, para garantizar la mejor atención al niño hasta la edad adulta.

¿Es posible prevenir la parálisis cerebral?

La parálisis cerebral no se puede prevenir por completo, sin embargo, es posible reducir todas aquellas situaciones de riesgo que podrían causar la enfermedad.

Es recomendable, por tanto, que para la mujer que quiera tener un hijo:

  • Realizar todas las vacunas cuando sea posible.
  • Cuida su salud y vive en un ambiente sano.
  • Hágase chequeos médicos regulares durante el embarazo.

Tomar medidas de precaución para salvaguardar la salud del recién nacido, especialmente en los primeros años de vida, utilizando los dispositivos de seguridad adecuados (cinturón de seguridad, casco de bicicleta, cuna con protección, etc.).

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