Enfermedad pulmonar intersticial: cómo reconocerla y qué opciones de tratamiento existen
La enfermedad intersticial pulmonar es un grupo de alrededor de 300 enfermedades, que difieren en sus manifestaciones clínicas y radiológicas, así como en su abordaje de tratamiento
Ante la sospecha de enfermedad intersticial pulmonar, es necesaria, por tanto, una valoración exhaustiva para definir el tipo de enfermedad que padece el paciente y adoptar el tratamiento más adecuado en consecuencia.
Tos y dificultad para respirar: síntomas de enfermedad intersticial
La mayoría de las enfermedades intersticiales se manifiestan con una serie de síntomas que van apareciendo progresivamente en el tiempo, con mayor o menor rapidez.
Se trata de síntomas muy comunes, que pueden ser indicativos de diferentes patologías, como tos, generalmente seca y en casos raros asociada a expectoración de flema blanquecina, y dificultad para respirar, especialmente bajo estrés, que tiende a aumentar a medida que avanza la enfermedad.
Otros síntomas típicos de la enfermedad intersticial son la fatiga, la pérdida de peso y la presencia de sangre asociada a la tos.
Las principales causas de la enfermedad intersticial
El principal objetivo del especialista al diagnosticar una enfermedad intersticial es determinar si la enfermedad tiene una causa específica, que puede ser tratada o modificada, o si es idiopática, lo que significa que no es posible determinar la causa.
Muchas de estas enfermedades están relacionadas con el tabaquismo y la exposición a sustancias tóxicas en el entorno laboral o doméstico.
En ocasiones, sin embargo, también pueden ser provocadas por el uso de determinados fármacos o secundarias a enfermedades sistémicas, como la reumatología.
De los inmunosupresores a los antifibróticos: tratamientos para la enfermedad intersticial
Por tanto, el tratamiento indicado por el especialista dependerá del tipo de enfermedad intersticial que padezca el paciente.
Por lo tanto, se pueden utilizar fármacos antiinflamatorios en el tratamiento, y también se pueden combinar con ellos inmunosupresores; pero los fármacos antifibróticos también son una opción en el caso de enfermedades intersticiales que provocan cambios fibróticos progresivos.
A veces es necesario usar medicamentos de inhalación u oxigenoterapia.
La fisioterapia respiratoria también es fundamental en el proceso de tratamiento, para mantener "entrenados" los músculos que soportan los pulmones.
La duración del tratamiento también depende del tipo de enfermedad intersticial en cuestión: las enfermedades intersticiales fibróticas, por ejemplo, requieren un tratamiento de por vida, que es fundamental para tratar de reducir la disminución de la función pulmonar que la enfermedad provoca con el tiempo.
Las interstitiopatías inflamatorias, por el contrario, requieren tratamiento con cortisona, con o sin inmunosupresores, durante meses o años, según la gravedad de la enfermedad.
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