Trastorno límite de la personalidad: definición, causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

By cristiano antonino On 29 de junio de 2023

El trastorno límite de la personalidad es una entidad diagnóstica muy controvertida. A veces ni siquiera se reconoce como un trastorno específico

Se utiliza como un 'contenedor' en el que colocar todos aquellos casos que no pueden ser diagnosticados de otra forma. En realidad, el trastorno límite tiene características específicas bien conocidas.

Se trata básicamente de un trastorno de relación, que impide al sujeto establecer relaciones estables de amistad, afecto o amor en el tiempo.

Se trata de personas que se pasan la vida en un estado de extrema confusión y cuyas relaciones están condenadas al fracaso o son emocionalmente destructivas para los demás.

Las personas con trastorno límite de la personalidad arrastran a otros (familiares, amigos y parejas) a un vórtice emocional del que a menudo es difícil escapar.

Estos individuos experimentan emociones devastadoras y las manifiestan de manera dramática.

Dramatizan y exageran muchos aspectos de su vida o de sus sentimientos.

Proyectan sus fallas en los demás, aparentando ser víctimas de otros cuando a menudo son los perpetradores.

Se comportan de manera diferente en unos pocos minutos u horas.

El trastorno límite de la personalidad se ha asociado a menudo, y no equivocadamente, con sucesos traumáticos sufridos en la infancia.

Por ejemplo, abuso sexual o físico, pero no siempre es así.

El aspecto más evidente y preocupante del trastorno límite de la personalidad es que presenta síntomas potencialmente dañinos para el sujeto (atracones, uso y abuso de sustancias, conducción temeraria, sexualidad promiscua, autolesiones, comportamiento antisocial, intentos de suicidio, etc.) . También se asocia con estallidos repentinos de ira intensa.

Síntomas del trastorno límite de la personalidad

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, el trastorno límite de la personalidad se caracteriza por:

Un patrón generalizado de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y el estado de ánimo, así como una marcada impulsividad. Estos deben haber aparecido en la edad adulta temprana y estar presentes en varios contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes:
esfuerzos desesperados para evitar el abandono real o imaginario.
un marco de relaciones interpersonales inestables e intensas, caracterizado por extremos alternos de sobreidealización y devaluación.
identidad alterada: autoimagen y autopercepción marcada y persistentemente inestables.
impulsividad en al menos dos áreas potencialmente dañinas para el sujeto, como el gasto excesivo, la promiscuidad sexual, el abuso de sustancias, la conducción temeraria, el consumo excesivo de alcohol, etc.
amenazas recurrentes, gestos, comportamiento suicida o comportamiento de automutilación.
inestabilidad afectiva debida a una marcada reactividad del estado de ánimo (p. ej., disforia intensa episódica, irritabilidad o ansiedad, que suele durar unas pocas horas y rara vez más de unos pocos días)
sentimientos crónicos de vacío
ira desmotivada e intensa o dificultad para controlar la ira (p. ej., accesos frecuentes de ira o ira constante, confrontaciones físicas recurrentes).
ideación paranoide, o síntomas disociativos transitorios graves, relacionados con el estrés.

Consecuencias del trastorno límite de la personalidad

El trastorno límite de la personalidad es una psicopatología que conlleva serios problemas, dado el control de impulsos que implica, la inestabilidad relacional y la tendencia a idealizar y devaluar a otras personas (que son 'blancos o negros').

A menudo se asocia con sentimientos intensos y explosivos de ira, deseos de venganza, paranoia e incluso depresión severa.

El área más afectada es generalmente la de las relaciones amorosas.

Las parejas de los que tienen una personalidad límite viven constantemente con la sensación de caminar sobre un campo minado.

Se sienten constantemente a prueba, sometidos a una inagotable demanda de demostraciones de amor, objeto de celos obsesivos que muchas veces rayan en la paranoia.

La inestabilidad del estado de ánimo del paciente límite a menudo conduce al diagnóstico (erróneo) del trastorno bipolar del estado de ánimo, pero existen diferencias sustanciales entre los dos cuadros clínicos.

Tratamiento del trastorno límite de la personalidad

El tratamiento del trastorno límite de la personalidad pasa necesariamente por una psicoterapia estructurada, preferiblemente con una orientación cognitivo-conductual.

En particular, hay ciertos enfoques que han demostrado eficacia en numerosos estudios controlados.

La primera y más importante es la terapia conductual dialéctica, ideada por Marsha Linehan en los EE. UU. y ahora también ampliamente utilizada en Italia.

La Terapia de Esquemas y la Terapia Metacognitiva Interpersonal también son útiles

Es de primordial importancia interrumpir el comportamiento agresivo o auto agresivo, que a menudo resulta en una hospitalización de emergencia.

Una vez que se ha reducido la conducta de riesgo problemática, la intervención se desplaza hacia las principales dificultades de estas personas para mantener una representación estable e integrada de sí mismo y del otro.

La relación terapéutica con el paciente límite es muy problemática, sin embargo, porque la dinámica relacional del paciente también se activa en este contexto.

Estos pueden llevarlo a la idealización del terapeuta (e incluso a enamorarse), pero también a una repentina devaluación del terapeuta y la consiguiente terminación de la terapia.

Mantener la continuidad terapéutica es, por tanto, muy difícil, aunque necesario para obtener resultados a medio o largo plazo.

La terapia con medicamentos difícilmente puede ser decisiva.

Sin embargo, el uso de estabilizadores del estado de ánimo puede estar indicado para reducir la impulsividad, la ansiedad y la desregulación emocional.